martes, 12 de agosto de 2008

Emiliano

65¬. "Cuando en Roma se enteraron de estos hechos, enviaron a Iberia a Fabio Máximo Emiliano, el hijo de Emilio Paulo, el vencedor de Perseo, rey de los macedonios, y le dieron el poder de levar por sí mismo a un ejército. Como los romanos habían conquistado recientemente Cartago y Grecia y acababan de llevar a feliz término la tercera guerra macedónica, él, a fin de dar descanso a los hombres que habían venido de estos lugares, eligió a otros muy jóvenes y sin experiencia anterior alguna en la guerra, hasta completar dos legiones. Y, después de pedir otras fuerzas a los aliados, llegó a Orsón, una ciudad de Iberia, llevando en total quince mil soldados de infantería y dos mil jinetes. Desde allí, y puesto que no deseaba entablar batalla hasta que tuviese entrenado a su ejército, hizo un viaje a través del estrecho hasta Gades para realizar un sacrificio a Hércules . En este lugar, Viriato, cayendo sobre algunos que estaban cortando leña, dio muerte a muchos de ellos y aterrorizó a los restantes. Cuando su lugarteniente los dispuso de nuevo para combatir, Viriato los volvió a vencer y capturó un botín abundante. Cuando llegó Máximo, Viriato sacaba continuamente el ejército en orden de batalla para provocarle, pero aquel rehusaba un enfrentamiento con la totalidad de su ejército, pues todavía estaba ejercitándolos, aunque, en cambio, sostuvo escaramuzas muchas veces con parte de sus tropas para tantear al enemigo e infundir valor a sus propios soldados. Cuando salía a forrajear, colocaba siempre alrededor de los hombres desarmados a un cordón de legionarios y él mismo con jinetes recorría la zona, como había visto hacer cuando combatía junto a su padre Paulo en la guerra macedónica. Después que pasó el invierno, con el ejército entrenado, fue el segundo general que hizo huir a Viriato, aunque éste combatió con valentía; saqueó una de sus ciudades, incendió otra y, persiguiendo en su huida a Viriato hasta un lugar llamado Bécor, le mató a muchos hombres. Pasó el invierno en Córduba, siendo éste ya el segundo año de su mando como general en esta guerra. Y Emiliano, después de haber realizado estas campañas, partió para Roma, recibiendo el mando Quinto Pompeyo Aulo."

Quintio

66¬. "Después de esto, Viriato no despreciaba ya al enemigo como antes y obligó a sublevarse contra los romanos a los arevacos, titos y belos que eran los pueblos más belicosos. Y éstos sostuvieron por su cuenta otra guerra que recibió el nombre de "numantina" por una de sus ciudades y fue larga y penosa en grado sumo para los romanos. Yo agruparé también los concerniente a esta guerra en una narración continuada después de los hechos de Viriato. Este último tuvo un enfrentamiento con Quintio, otro general romano, en la otra parte de Iberia y, al ser derrotado, se retiró de nuevo al monte de Venus. Desde allí hizo de nuevo una salida, dio muerte a mil soldados de Quintio y le arrebató algunas enseñas. Al resto lo persiguió hasta su campamento y expulsó a la guarnición de Ituca. También desvastó el país de los bastitanos, sin que Quintio acudiera en auxilio de éstos a casusa de su cobardía e inexperiencia. Por el contrario, estaba invernando en Córduba desde mitad del otoño y, con frecuencia, enviaba contra él a Gayo Marcio, un ibero de la ciudad de Itálica."

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